CORROSIÓN DE TUBERÍAS
Olvídate de la cal. Piensa sólo en ahorro y comodidadLa corrosión de tuberías es, en términos generales, la desintegración del metal a menudo provocada por la acción electroquímica, empezando en su superficie. Todos los metales muestran cierta tendencia a oxidarse, algunos de manera más sencilla que otros, tendencia que viene descrita por la serie galvánica.
La fuerza electroquímica que causa la corrosión de los metales es consecuencia de la naturaleza y originada por la tendencia de los mismos a volver a su estado original como compuesto químico, conocido como mineral.
Los metales presentes dentro del entorno de los sistemas de agua están especialmente en riesgo en un breve periodo de tiempo, debido a una combinación de condiciones propicias a la aparición de la corrosión, algunas de las cuales son:
Ánodo de sacrificio de zinc
Elemento indispensable para evitar la corrosiónEl índice de corrosión depende básicamente de la habilidad del metal con más capacidad de sacrificio para actuar como elemento controlador y formar una capa estable y proactiva de protección a lo largo de toda la instalación cuando es aplicado correctamente.
Funciona tanto para romper las incrustaciones de cal existentes como para prevenir los nuevos depósitos de cal. Este es el papel vital del descalcificador inhibidor ECOCAL y para el que se ha diseñado específicamente para realizar.
Ecocal nos protege de la corrosión debido a su ingeniosa y eficaz tecnología de protección catódica por medio de ánodos galvánicos de zinc.
Esta tecnología se emplea para la protección contra la corrosión de tuberías, aparatos de agua (termos, calentadores eléctricos o acumuladores de agua, calderas…) y demás instalaciones.
Pero, ¿Cómo funciona este ánodo galvánico?
Un ánodo galvánico o de sacrificio se compone de una aleación metálica con una tendencia a la oxidación mucho mayor que el de los conductos o la estructura que se intenta proteger.
El efecto de esta diferencia, entre los dos metales, hace que el ánodo galvánico sea objeto de la corrosión, mientras que la estructura principal que se pretende preservar se mantiene intacta.
El ingenio de esta tecnología reside en servirse de un proceso de inhibición natural manteniendo en un estado óptimo toda la instalación a proteger, todo ello debido a la oxidación del ánodo galvánico (se sacrifica), por eso este ánodo también es denominado «ánodo de sacrificio», por esta función de protección para la que se ha creado.
El problema que generalmente ocurría en el pasado, con los ánodos de sacrificio de zinc, era que ellos mismos eran presa de pérdidas de potencia debido a un diseño interno poco eficaz en la promoción de un correcto flujo del agua que ayudara a mantenerlos limpios, y además, a la generación de un exceso de óxido en el ánodo.
Pese a todo ello, este tipo de ánodos anteriores, aparte de de ser diseños anticuados, siempre han demostrado ser la mejor solución para el control de la corrosión durante muchos años.
Las ventajas de utilizar ánodos de zinc, son que el agua sigue siendo potable y, una vez instalado, no requieren más mantenimiento. Por otra parte, debido a que el agua no se ablanda, los sistemas con ánodo de zinc ofrecen protección contra la corrosión formando una fina capa protectora sobre las superficies del sistema.
El descalcificador inhibidor ECOCAL, es la culminación de más de 25 años de experiencia en el diseño y fabricación de este tipo de sistemas, solucionando pasadas deficiencias y mejorando todas aquellas características que ayudan al control de la corrosión.
Certificaciones del descalcificador Ecocal
Ecocal tiene una garantía, eficacia y experiencia de más de 20 años para el tratamiento de la cal, y cumple con las normas de los más estrictos estándares.